Esteban Silva
En
el Aaiún, capital saharaui ocupada por la fuerza por el reino
colonialista y feudal marroquí circula una leyenda sobre la maldición
de Aaiún que cae sobre todos aquellos y parlamentarios del mundo que
financiados por Marruecos visitan esa ciudad y se prestan con su
presencia por acción u omisión para avalar la ocupación ilegal por
parte de Marruecos de la capital cautiva saharaui en el Sahara
Occidental, África del Norte.
Cuenta
la leyenda que desde lo más profundo de la cárcel negra marroquí en la
capital ocupada del Aaiún en donde son apiñados los presos políticos
saharauis, torturados y golpeados detrás de sus muros llenos de dolor
donde varios han sido detenidos y luego desaparecidos, circula una
maldición que tiene una energía muy profunda acumulada en la sangre y en
la energía de lucha por la independencia y la autodeterminación
saharaui hacia todos aquellos extranjeros que se prestan visitando esa
capital ocupada para legitimar al Invasor a cambio de viajes en primera
clase, alojamientos en grandes Palacios, couscus y grandes banquetes,
compañías femeninas o masculinas y entre los más fervientes aceptando
apoyos financieros a sus campañas electorales recibiendo anheladas
maletas negras.
Otros se
autoengañan concientemente con las falsas promesas marroquíes de
millonarias inversiones en sus distritos e intercambios comerciales que
nunca se materializará y que sólo tienen como objeto el reclutar
políticos locales para bloquear el reconocimiento al pueblo saharaui y a
su lucha. Los hubo hasta aquellos que en el pasado reciente como el ex
congresista peruano de ICA Luis González Posada (quién también sufrió en
su momento la maldición del Aaiún) aceptaron camellos como obsequios
para sus zoológicos los que luego murieron todos.
Muchos
parlamentarios latinoamericanos y varios chilenos en particular han
caído en la complacencia de aceptar de las autoridades marroquies
invitaciones todo incluido como invitados político/turísticos. Cediendo a
la adulación fácil y cerrando los ojos frente a la ocupación ilegal y
la represión diaria y sistematica que vive el pueblo saharaui. Han
preferido hablar en sus respectivos países de Independencia, de
democracia y de derechos humanos pero han guardado silencio cómplice
frente a una de las ocupaciones más vergonzosas, violentas represivas e
impresentables que se perpetran hoy en el Sahara Occidental en Africa
del Norte en pleno Siglo XXI.
Una
ocupación colonialista de la mano de un rey con lógica y poder feudal
qué controla junto a sus íntimos y cercanos no sólo la política, la
economía, las finanzas, los negocios y las redes de la prostitución
ligada al turismo y el tráfico de drogas con su gran rentabilidad.
Sin
ir más lejos, varios de los candidatos a diputados y senadores de Chile
que en distintos momentos y épocas ) han viajado a la capital ocupada
del Aaiún invitados por el reino marroquí y han avalado en la práctica
(la mayoría por acción y unos pocos por omisión como Andrade y Carmona)
esta usurpación y ocupación ilegal. Esta vez patlamentarios chilenos
fueron objeto de la maldición del Aaiún que tanto temen politicos
europeos, pues ninguno de ellos fue electo o reelecto en las elecciones
del 17 de noviembre pasado en Chile.
La
lista es transversal:Jorge Tarud, PPD, Roberto Leon, DC, Fulvio Rossi,
ex PS, Marco Ñuñez, PPD, Claudia Nogueira, UDI, Osvaldo Andrade, PS y
Lautaro Carmona,PC.
En
medio de las Jaimas, del viento desertico y el calor de los campamentos
de refugiados saharauis, atravesando por las calles de la ciudad ocupada
y cautiva del Aaiún hoy repletas de mujeres hombres y jóvenes saharauis
que resisten y luchan y que son diariamente reprimidos por la policía y
los servicios de inteligencia del rey alauita Mohamed VI ante el
silencio y complicidad de gobiernos europeos y de los grandes medios de
comunicación.
En medio de ello circula
inquebrantable y se acumula la energía de lucha por la dignidad y la
independencia saharaui de los que ya no están, de los desaparecidos, de
los encarcelados y de los hoy que resisten. Esta es la escencia de la
"maldición del Aaiún" la que cae sobre politicos y extranjeros que por
allí han circulado de la mano del ocupante ilegal cerrando los ojos y
oídos, complacientes por las atenciones y regalos recibidos, mudos ante
la opresión colonialista, el dolor y la injusticia que allí se sigue
cometiendo contra un pueblo que lucha por sobrevivir y recuperar su
propia tierra. La Maldición del Aaiún esta vez se hizo presente en las
elecciones parlamentarias en Chile....
Voces del desierto